Antigua leyenda hindú

Hace muchíssimos siglos los dioses tejieron tapices llenos de colores y de vida y pequeños tapices rojos de fuego. El dios de la muerte tejió un gran tapiz negro que tapaba todos los colores.Todo el mundo estaba desesperado y nadie sabía qué hacer. Un dia un hindú y su mujer fueron a detener al dios de la muerte arrancándole el tapiz, pero éste tenía las cuatro esquinas guardadas por terribles fieras. La primera esquina estaba custodiada por un tigre, el cual fué asesinado por el hombre, que peleó contra él y lo mató con su lanza. La mujer arrojó un tapíz de fuego a los pies del león que vigilaba la segunda esquina y lo ahuyentó. La tercera estaba protegida por una gran serpiente venesosa. El hombre la mató atravesándola con su lanza. La cuarta esquina estaba custodiada por la muerte. La valiente y bella mujer, pensando en su pueblo, se lanzó a sus brazos y su sangre manchó el tapiz. En cada punto del tapíz había una gota de sangre de la desdichada chica. Pero de repente las gotas de sangre roja de la chica se convirtieron en gotas de luz, y la mujer se convitió en una hermosa y resplandeciente forma encima del tapíz. La luna había aparecido en aquel cielo, y las gotas de luz eran las estrellas. Gracias a la valentía de aquel matrimonio hindú los hombres ahora tienen noche, luna y estrellas.